La importancia del sistema inmune en perros y gatos

La importancia del sistema inmune en perros y gatos

Tanto las personas como nuestras mascotas disponemos de sistema inmune, un conjunto de estructuras y mecanismos localizados por el cuerpo, que tratan de impedir la entrada de agentes extraños o patógenos, incluidos virus, bacterias y hongos.

Es nuestra gran armada de defensa, ya que juega un papel vital para la supervivencia. Su función principal es distinguir cualquier irregularidad y destruir agentes extraños, patógenos y células propias que están funcionando de manera anómala. Gracias a esta capacidad, el sistema inmune protege a nuestros perros y gatos de sustancias nocivas y agentes infecciosos que podrían causar infecciones o enfermedades como el cáncer.


¿Qué niveles de defensa existen?

Se pueden identificar 3 niveles en la respuesta inmunitaria: las barreras físicas, la inmunidad innata y la inmunidad adaptativa. Cada una de ellas tiene un mecanismo de acción específico, que se coordina y complementa para generar una respuesta global eficaz y adecuada a cada situación.

Mientras el sistema inmune funciona de forma eficiente nadie se da cuenta de que está ahí, pero si deja de funcionar correctamente, es decir, no está en equilibrio, es cuando se puede llegar a enfermar.


Barreras físicas del sistema inmune

La piel, las mucosas, la saliva y el pH gástrico constituyen la primera línea de defensa frente a cualquier patógeno que intente entrar en el organismo de un animal.

La piel proporciona una barrera física e impermeable que evita la entrada de la mayoría de los agentes externos, y es sin duda, la barrera más importante. Cualquier traumatismo que rompa la piel, como un corte, una herida o una quemadura, supone una zona de alto peligro y potencial de infección.

Las mucosas recubren conductos u orificios, como la boca, la zona genital y las fosas nasales, y están recubiertas de secreciones, como la saliva, sudor, lágrimas, cerumen o moco, que contienen sustancias antimicrobianas que impiden el crecimiento y reproducción de bacterias y virus, además de atrapar la suciedad y partículas de polvo. Si estas barreras están comprometidas y el patógeno consigue entrar, se activa el segundo nivel de defensa.


La inmunidad innata

La inmunidad innata constituye la segunda barrera de defensa y entra en juego una vez que el agente infeccioso ha sido capaz de atravesar las barreras físicas.

Es una respuesta inmediata, muy rápida, con componentes inflamatorios, que persigue la destrucción de los agentes patógenos para evitar que proliferen y causen una infección. Una de sus características principales es que actúa de una forma relativamente inespecífica, es decir, protege frente a cualquier agente externo sin necesidad de haber tenido una exposición previa.

En esta respuesta están involucrados neutrófilos, células natural killer (NK) y células presentadoras de antígenos, como macrófagos y células dendríticas.

Mediante interacciones celulares y la secreción de citoquinas, la inmunidad
innata es la responsable de alertar y activar el tercer nivel de defensa.


La inmunidad adaptativa

La inmunidad adaptativa es la última línea de defensa, capaz de reconocer al invasor y generar una respuesta específica, frente a un antígeno (fragmento de un patógeno) en concreto, para neutralizarlo y eliminarlo.

Mediada por los linfocitos T y B, es una respuesta más lenta pero más específica. El término adaptativo se aplica porque la respuesta varía (se adapta) según el tipo de agente patógeno que haya entrado, generando células, citoquinas y anticuerpos específicos para el mismo. La inmunidad adaptativa es la que genera memoria a largo plazo.


Entrenar el sistema inmune

Resumiendo, las barreras de defensa son estructuras y mecanismos complejos que implican la actividad de multitud de componentes, como células y moléculas del sistema inmune, y que actúan de manera coordinada para dar la respuesta adecuada a cada situación. Sin unas barreras de defensa a punto y en forma, no habría manera de combatir los agentes extraños que ingresan en el cuerpo desde el exterior.

Entrenar las barreras de defensa es clave para que nuestros perros y gatos estén en forma, y de esta manera actúen de forma adecuada frente a cada situación. Para ello, recomendamos combinar un estilo de vida saludable con Inmunoferon Vet, con la Tecnología AM3® patentada por Cantabria Labs , Betacaroteno e ingredientes funcionales que refuerzan y optimizan la respuesta equilibrada del sistema inmune.

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